Cómo capitalizar la tecnología y mantener las cadenas alimentarias mundiales en la crisis COVID-19

En marzo, la OCDE redujo su pronóstico de crecimiento económico mundial en 2020 del 2,9 al 2,4 por ciento, que sería el nivel más bajo desde la crisis financiera de hace una década, advirtiendo que una epidemia prolongada y más intensa de coronavirus podría incluso reducir esta cifra a tan sólo el 1,5 por ciento. Sin embargo, es probable que se vean menos afectados que otros sectores más expuestos a las perturbaciones logísticas y al debilitamiento de la demanda, como el sector de los viajes, la industria manufacturera y los mercados energéticos; Sin embargo, dada la complejidad de las cadenas de valor alimentarias y la importancia del comercio y el transporte, esto podría volverlas muy vulnerables.

Si bien es probable que el COVID-19 represente una crisis deflacionaria para la economía mundial, que se refleja en las primeras tendencias detectadas por el índice de precios de los alimentos de la FAO, a corto plazo para reducir el riesgo de un costo aún mayor (escasez de alimentos para millones de personas), los gobiernos deben tomar medidas inmediatas para minimizar las alteraciones de las cadenas de suministro de alimentos. Se necesita una respuesta coherente y coordinada y es cuando los expertos coinciden en que en el futuro cercano, durante el segundo semestre del año, el objetivo será unir esfuerzos para que las organizaciones empiecen a mirar a la tecnología como un habilitador de la transformación de sus procesos con el objetivo final de hacer de la agroindustria una actividad sostenible en el tiempo.

En tiempos de incertidumbre es cuando la industria necesita asegurarse de que los mercados de alimentos funcionen correctamente y que la información sobre precios, producción, consumo y existencias de alimentos esté disponible para todos en tiempo real. (Y esto no se logra sin tecnología) Este enfoque en la información en tiempo real reduce la incertidumbre y permitirá a los productores, consumidores, comerciantes y procesadores tomar decisiones informadas y evitar un pánico injustificado en los mercados mundiales de alimentos. pero una vez más, esto no se logrará si no nos apalancamos en la innovación habilitada por buenas prácticas de la mano de tecnología adecuada y consultores con la expertise en la materia.

Capitalizar la tecnología y apalancarse en soluciones como las que ofrecemos en Omnia Solution a través de la Plataforma SAP permiten alcanzar la eficiencia en el campo, la producción agrícola a partir de la optimización de las tareas, los proceso de compra, la transacción con productos comoditizables, el procesamiento industrial de alimentos e ingredientes, la logística, la seguridad alimentaria y sobre todo, la información y trazabilidad, variable fundamental en comercio exterior.

El objetivo de “empresa inteligente” es dar a las compañías la capacidad de poder utilizar los datos que se generan para tomar decisiones en base a información y no a supuestos. Como toda la operación se gestiona en la misma plataforma de inicio a fin se puede reaccionar de manera más proactiva y ser más eficientes en este momento donde mantener las cadenas alimentarias es crucial.