Las empresas del sector agroindustrial están dando pasos importantes en la digitalización de sus procesos operativos y cada vez son más las empresas medianas agrícolas que están viendo el valor que ofrece la tecnología en la gestión de sus negocios. Grandes corporaciones del sector avanzan significativamente en la digitalización de sus campos, pero esta visión debe masificarse en toda la industria agrícola.
El desafío es muy grande, en medio de la coyuntura actual, resulta a veces paradójico pensar en cambiar la forma de trabajar y apostar en nuevas herramientas, sin embargo, es ante escenarios difíciles cuando la adopción de nuevas tecnologías contribuye significativamente en el desarrollo y crecimiento empresarial.
El panorama para el sector agrícola resulta sumamente alentador, contamos con una creciente demanda de nuestros productos a nivel mundial, luego de un año importante para el sector, lo que resulta muy beneficioso sobre todo para las medianas y pequeñas empresas que buscarán fortalecerse para crecer y dar ese gran salto para responder a las demandas del mercado internacional. Se espera que las agroexportaciones peruanas alcancen los US$ 10,000 millones para el 2022.
La respuesta es la transformación digital en los procesos agrícolas, es un cambio de visión, de buscar enfocarse en lo que proporciona valor al negocio y descartar lo que no suma en los procesos administrativos como en los que involucra la gestión del campo. La productividad en el agro debe alcanzar a todas las empresas sin importar su tamaño, contar con información confiable y en tiempo real para tomar decisiones en tiempos de planificación y de campaña. Este debería ser un beneficio para todo el sector. En ese escenario, la capacidad de conectarse a nivel nacional a través de los dispositivos móviles en todos los campos deberá ser parte de la visión de infraestructura digital que debe implementar el gobierno de la mano de las empresas de telecomunicaciones para crear las condiciones necesarias para acelerar la digitalización y acortar las brechas existentes.
Los beneficios que ofrece la transformación digital al agro son múltiples, en primer lugar, deberá sentarse las bases para lograr la integración de todos los procesos mediante un sistema inteligente de próxima generación, lo cual dará inicio a obtener información de sus datos claves en tiempo real, como lo es la medición de gastos y costos, asignación de recursos y monitoreo de resultados que beneficiará la toma de decisiones.
Gracias a soluciones de digitalización es posible monitorear en tiempo real el desempeño de las siembras para llevar a cabo una eficiente asignación de insumos, evaluación de costos de fertilizantes y anti plagas u obtener indicadores sobre la cosecha para responder eficientemente y tomar medidas correctivas si estas varían ante las contingencias.
La trazabilidad de las parcelas permite medir los resultados y tomar decisiones en tiempo real gracias a las tecnologías de inteligencia artificial y drones que logran captar todo el campo sin detenerse a cada parcela optimizando así la asignación de tiempo y costos que son claves para la rentabilidad en el sector agrícola.
Proyectar las cosechas es uno de los principales desafíos del sector para tener éxito en las campañas. Las tecnologías emergentes brindan las herramientas para controlar en tiempo real todos los procesos y ser eficientes en toda la cadena de valor, dando como resultado el cumplimiento de compromisos con los mercados.
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