La escasez de materia prima para la agroindustria en todo el mundo ha generado un gran impacto en la producción de este sector; el incremento de precios de los fertilizantes afecta el rendimiento de las cosechas y eleva sustancialmente el precio de los productos, resultado que hemos visto en los últimos meses reflejándose en los mercados de todo el país.
Teniendo en cuenta que el Perú es uno de los principales países agroexportadores a nivel mundial y que el número de habitantes del planeta podría llegar a 8.500 millones para el 2030, según las Naciones Unidas, las empresas peruanas de este sector se encuentran ante un gran desafío que, sumado a una ausencia de acciones económicas del gobierno, queda claro que la pequeña y mediana agroindustria deberán gestionar su eficiencia de forma totalmente autónoma. Este escenario pone en riesgo la competitividad de las agroindustrias nacionales en el momento de definir los precios, si los costos son más altos que los históricos habituales.
Hasta la fecha los agricultores familiares no disponen aún de los fertilizantes como la urea que debió llegar para la primera campaña, este escenario pone en riesgo la producción futura del 2023, en ese sentido el sector está optando por otros productos cuyo precio se eleva cuatro veces más del precio original por lo que la tendencia de incremento de precios se mantendrá para el 2023.
De acuerdo a una encuesta elaborada por la multinacional Aon, sobre evaluación de riesgos en el sector agroindustrial, el riesgo principal que enfrenta el sector corresponde a la volatilidad de los precios de las materias primas, mientras que la interrupción del negocio es el riesgo número 2 y los problemas en la cadena de distribución y suministro son el riesgo número 3.
En el caso específico de Perú, la CCL indicó que el elevado precio de los fertilizantes impactará directamente en la productividad de los agricultores, situación que podrá verse parcialmente mitigada por proveedores locales cuya cercanía con agricultores y capacidad logística los habilitaría para cubrir más del 50% de la demanda de urea de forma inmediata.
Hoy más que nunca, las agroindustriales tienen que obtener más eficiencia para reducir costos y maximizar su producción en toda la cadena, desde el campo hasta la entrega final y es con el empleo de soluciones tecnológicas que será posible optimizar los presupuestos para lograr una mayor rentabilidad. Obtener una mayor visibilidad de los recursos y materias primas, el monitoreo de las cosechas, la asignación eficiente de fertilizantes en forma segmentada hasta la cosecha oportuna por parcelas son algunos de los beneficios que aporta la tecnología a uno de los principales sectores que impulsan la economía peruana.
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