El 2023 es un año de desafíos para el desarrollo de la industria peruana, en la medida que el mercado sea estable, las empresas manufactureras podrán sacar provecho de las oportunidades que ofrecen las exportaciones para el impulso de subsectores como textil, manufactura de alimentos enlatados y envasados como el desarrollo de industrias asociadas como construcción. El rol de los titulares de producción y comercio exterior juegan un papel clave para mantener y crear nuevos puentes para potenciar la industria nacional en el mercado internacional.
El empleo adecuado observó una mejoría con relación al año anterior, mientras que el subempleo se mantuvo en similar nivel; sin embargo, la informalidad sigue siendo una tarea pendiente, en el caso de manufactura es el sector que genera más puestos de trabajo, por lo cual resulta crucial impulsar este sector ya que impacta directamente en la reducción de la pobreza y un mejor nivel de calidad de vida de las familias.
De esta manera, el mercado laboral siguió el desempeño de la producción: el empleo y al menos los ingresos nominales crecieron. Sin embargo, nada se avanzó en revertir los grandes déficits estructurales: alta informalidad y altos niveles de empleos de baja calidad, esto es de subempleo.
Si vemos el 2022, a pesar del impacto político y del ámbito internacional, el Perú tuvo un crecimiento en todos los tamaños de empresa, especialmente en las más grandes, que proveen los mejores empleos. Manufactura, construcción y servicios lideraron el crecimiento, mientras que pesca y minería observaron caídas fuertes (-20,8% y -32,9%, respectivamente).
Durante el 2022 el sector de manufacturera tuvo un crecimiento ascendente, pero en octubre registró una disminución de 0.63% respecto a octubre 2021, debido a la menor actividad del subsector fabril no primario que cayó levemente por menor producción de la industria de bienes intermedios; sin embargo, en contraparte, hubo un aumento de la industria de bienes de capital y de bienes de consumo.
Asimismo, el subsector fabril primario registró mayor nivel de producción en la rama de fabricación de productos primarios de metales preciosos y otros metales no ferrosos, elaboración y conservación de pescado, crustáceos y moluscos, elaboración y conservación de carne y elaboración de azúcar; mientras que decreció la fabricación de productos de la refinación del petróleo.
En esta línea deberá ser una estrategia empresarial, el tener una visión de futuro a corto, mediano y largo plazo para preparar el terreno para fortalecer la gestión productiva, administrativa, financiera y comercial para poder competir con los pares en la región y a nivel mundial.
En coyunturas volátiles, la ventaja financiera es un valor agregado, no nos referimos a una mayor caja solamente sino a tener una mayor eficiencia de los recursos financieros; una excelente gestión de los gastos trae como beneficios una mayor rentabilidad a la empresa manufacturera y un mejor resultado en la reducción de costos es producto de una gestión adecuada de los procesos empresariales.
La transformación digital en una empresa manufacturera conlleva a la integración de todos los procesos, orquestados e integrados con total visibilidad de los datos en cada actividad y en tiempo real; generando la optimización de los mismos que se traduce en mayor eficiencia financiera; esto es posible gracias a la implementación de un sistema inteligente de clase mundial que está inmerso en el negocio, siendo el cliente el centro de todas las operaciones.
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