El cuidado de la salud se ha convertido en una prioridad a nivel mundial, en los últimos años hemos sido testigos de cómo hemos desarrollado una mayor conciencia por ser más preventivos y obtener una mejor calidad de vida. Los laboratorios y farmacéuticas globales innovan constantemente creando nuevos productos para combatir las enfermedades, prueba de ello fue la rápida respuesta en la creación de vacunas contra el COVID-19.
La innovación es el ADN de las importantes empresas farmacéuticas globales, pero también para la industria local que tiene un gran desafío para desarrollar medicamentos y proveer el mercado de productos de calidad. En esa visión de innovación es el uso de herramientas tecnológicas un factor decisivo para avanzar en la industria y consolidarse en el mercado; las farmacéuticas nacionales deben competir en igualdad de condiciones desde herramientas de gestión operacional, financiera y productiva.
El papel del estado es fundamental para avanzar en el desarrollo local de la industria farmacéutica y las reglas de juego deben estar a favor de esta industria, promoviendo las iniciativas de innovación y protegiendo la industria formal para preservar la autenticación de los productos farmacéuticos.
A inicios de año, el estado incautó 11 toneladas de medicamentos vencidos tras un operativo realizado a laboratorios clandestinos y puntos de comercialización ilegales y fueron destruidas por la Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud (Minsa).
El objetivo de la destrucción de estos medicamentos es evitar que sean reciclados para ser comercializados ilegalmente en el mercado, entre los medicamentos encontrados se registraron antigripales, jarabes y pastillas adulteradas, así como medicamentos de procedencia desconocida, sin registro sanitario y productos odontológicos importados sin autorización. Entre los medicamentos eliminados también se encontraron aquellos que fueron detectados por especialistas de la Digemid en establecimientos farmacéuticos.
El gobierno anunció recientemente que a partir de la segunda quincena de este mes podrán recibir la vacuna bivalente los mayores que cuenten con las cuatro dosis previas. Esta vacuna es una combinación de fórmulas que permite una protección hasta por un año y no solo por cuatro o cinco meses como las anteriores.
La planificación y ejecución eficiente de la asignación de la nueva vacuna es clave para los ciudadanos, aquí nuevamente la tecnología juega un papel importantísimo, desde su trazabilidad y monitoreo hasta el control total en todo el proceso de inicio a fin. El estado y los ministerios deben estar preparados con las tecnologías adecuadas y hacer el uso correcto de las soluciones digitales que se requiere para gestionar en forma inteligente.
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