Muchas industrias alrededor del mundo han revolucionado sus sistemas de producción, permitiendo que estos sean personalizables, escalables y automatizables, bajo el concepto de “Industria 4.0”. Como estrategia, han adoptado sistemas de producción flexibles, capaces de ajustarse a requerimientos específicos, que pueden ser instalados y personalizados rápidamente, y cuyo tamaño y costo se adapta a las necesidades de producción.
La adopción de tecnologías disruptivas, una nueva forma de almacenar y procesar los datos con un mayor uso de soluciones de inteligencia artificial son algunos de los ejemplos palpables de los pasos importantes que viene dando la industria manufacturera a nivel global y en la región latinoamericana.
Países vecinos como Chile, desde hace años iniciaron el desarrollo de una serie de iniciativas para impulsar la innovación en las empresas de manufactura. Destacan algunas de ellas lideradas por Corfo que promueve la creación y desarrollo de consorcios para sumar esfuerzos del estado, empresa privada y universidades para implementar una visión de manufactura avanzada, incorporando las últimas tendencias tecnológicas para transformar los procesos de manufactura a nivel internacional, con el objetivo de incrementar la competitividad del sector a nivel nacional.
A fines del año 2018, Corfo, a través de la Gerencia de Capacidades Tecnológicas y en un trabajo mancomunado con otras iniciativas (grupo de trabajo en Manufactura Avanzada de Sofofa y el Programa Transforma de Manufactura Avanzada (MA), hoy parte del Comité de Transformación Digital) inició su apoyo a iniciativas de trabajo consorciado en el ámbito de la Manufactura Avanzada de diversos sectores con oportunidad de mercado relevante, no solo para el mercado nacional, sino también para la región y, eventualmente, en nichos de alcance global, especialmente en el enfoque de B2B donde Chile cuenta con “industrias tractoras” de gran envergadura y que son líderes a nivel global.
Perú está en los inicios, salvo algunas excepciones, creemos que todavía existe una brecha digital por superar, como lo mencionamos anteriormente (aqui), debe responder a un esfuerzo conjunto del estado y el sector privado para desarrollar programas que promuevan la innovación y digitalización de la industria de manufactura.
La tecnología definitivamente contribuye en el aumento de la productividad, la eficiencia de las empresas y sus procesos productivos, poniendo a disposición una serie de herramientas que facilitan un mayor control y gestión en las empresas que forman parte de este sector; una manufactura digitalizada no solo permite una mayor productividad, hablamos de ahorros a lo largo del proceso productivo que repercutirá en mayores ingresos gracias al uso de nuevos estándares tecnológicos.
Sin embargo, acelerar la transformación digital implica un cambio de visión dentro de las empresas manufactureras para poder migrar a un nuevo modelo de negocio, será clave evaluar detenidamente sus objetivos y cuáles son los cambios que deben hacerse para mejorar 360 grados y pasar de un modelo extractivo a una economía basada en la innovación.
Contar con un ERP de clase mundial como base de la transformación digital será clave, pues permitirá integrar los nuevos procesos de negocio y consolidar un modelo único e integrado con total visibilidad de los datos en tiempo real gracias a sus capacidades de Big data y/o proyectar nuevos escenarios productivos mediante soluciones predictivas además de implementar herramientas de inteligencia artificial que están incorporados en SAP S/4HANA.
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