Para alcanzar la meta de los US$ 10.000 millones en el presente año, el reinicio de las operaciones de los mercados como India (cítricos y arándanos), Uruguay (cítricos y granadilla), Argentina (uva y cítricos) y Malasia (arándanos) será determinante.
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) proyecta que las agroexportaciones peruanas alcanzarán los US$ 10.000 millones en el 2022, lo que significaría un crecimiento de 9.8% respecto al 2021, cifra que representó un volumen en ventas de US$ 9.022 millones.
Las frutas seguirán siendo los productos estrella, como el arándano, uva fresca y palta, que superaron los US$ 1.000 millones en ventas en el 2021 de acuerdo a las declaraciones del director de Estadística, Seguimiento y Evaluación de Políticas del Midagri, Christian Garay, sin embargo cabe destacar que los espárragos tuvieron un repunte en el 2021 ya que los envíos peruanos de espárrago fresco, congelado y procesado crecieron 6% en comparación al año anterior, lo cual equivale a 180,525 toneladas en volumen y ventas US$ 551 millones, todo indica que la tendencia se mantendrá en positivo sin embargo será importante cuidar la rentabilidad ya que la nueva ley agraria ha impactado a este rubro.
Los indicadores muestran oportunidades reales para el sector, una visión y adopción de nuevas tecnologías deberá ser parte del ADN de las empresas agrícolas e instaurar una cultura de Ag Tech como base de su crecimiento.
La adopción de las nuevas tecnologías en el sector agronegocios impacta de manera directa a la producción agrícola, su eficiencia y desarrollo además abre paso a una serie de capacidades que brinda la digitalización.
La predicción de manera más precisa sobre diversos fenómenos naturales viene abriendo un sinnúmero de oportunidades para generar técnicas más eficientes para garantizar mejor calidad en los cultivos y en las cosechas. La agricultura de precisión es un concepto que incita a la disrupción, la posibilidad de hacer más eficiente el uso de los recursos invertidos en la salud de los cultivos, los riegos automáticos atienden el concepto de gastar solo lo necesario para atender las necesidades del campo, mientras que los tractores controlados por GPS reducirán en principio el costo de la hora hombre invertida en los procesos operativos de un cultivo.
El Internet de las cosas (IOT) pone sobre la mesa la posibilidad de automatizar una amplia gama de procesos –desde monitoreo y mantenimiento de cultivos hasta la vigilancia y administración de materias primas en las parcelas– adicionalmente la evolución de los sensores permite garantizar la toma de acciones automáticas frente a cambios bruscos en las condiciones medioambientales de un terreno.
La inteligencia artificial y la integración de diversas herramientas de precisión y procesamiento de datos les permiten a los agricultores tener a la mano en cualquier instante información clasificada y confiable para la toma de decisiones.
El uso de herramientas tecnológicas en el campo genera beneficios a todas las partes de la cadena de valor del agro y contar con información oportuna incrementa la productividad sin lugar a duda. Soluciones como Omnia Agro Solution calificado para SAP S/4HANA, contempla los procesos claves del rubro agroindustrial y ofrece una solución en cada etapa de la gestión, permitiendo planificar, controlar y analizar cada etapa de la gestión agrícola.
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